Con la tecnología en constante cambio, la situación económica actual y la globalización, no es de extrañar que sean cada vez más los que están tomando la decisión de emprender. Y mientras que la libertad y la flexibilidad son importantes, la construcción de un negocio también es un reto que conlleva un esfuerzo para camino un camino difícil que se nos abre por delante, sobre todo cuando es el momento de lanzar y de obtener financiación.
Como bien sabemos el sector financiero está llevando a cabo cambios estructurales importantes y ante la necesidad de encontrar agua en ese desierto, los emprendedores, start-ups o incluso empresas consolidadas con nuevos proyectos innovadores (spin-offs) se encuentran con la necesidad de encontrar nuevas fórmulas para poder regar sus semillas, pero el abanico de posibilidades es amplio.
A continuación, vamos a citar las más relevantes dejando a un lado, las tradicionales fórmulas bancarias, las entidades microfinancieras (prestamos pequeños y rápidos pero con intereses altísimos) o las 3 F-s (Family, Friends and Fools; familia, amigos y locos:
1) Business angels o angel investors:aunque en ciertos círculos en vez de “ángeles” se les ha comenzado a llamar “devil investors” por los elevados porcentajes de participación que algunos exigen por su inyección de capital, sigue siendo una opción muy interesante. Suelen ser inversores privados, en ocasiones antiguos emprendedores, que deciden invertir en una startup a cambio de un porcentaje de la empresa. Y además del capital, el valor añadido que en algunos casos aportan suele ser experiencia y network al proyecto en el que participan.
2) Venture capitals o capital riesgo: aunque muchas veces los relacionemos con los fondos públicos (Capital Riesgo Gobierno) a nivel internacional venture capitals son fondos de capital de inversores privados. Suelen invertir cuando el proyecto está más consolidado y en procesos de ampliación de capital. El principal objetivo para este tipo de fondos es hacer un “exit”, es decir, salir del capital colocando su parte a x años y sacar una ganancia económica.
3) La financiación colectiva: vías que en los últimos años se ha puesto muy “de moda”, siendo utilizadas incluso en casos de ampliación de capital de equipos de futbol de nuestro entorno. Aquí podemos encontrar dos vías:
• Plataformas de crowdfunding: sitios web donde puedes ofrecer la posibilidad de aportar capital a cambio de algún tipo de contra prestación relacionada con el proyecto.
• Crowdlending: plataformas de financiación colectiva donde se publican necesidades financieras de algunas empresas (aportando avales, seguros, etc) para que los interesados puedan prestar este dinero.
4) Partners estratégicos: son de gran valor para la empresa ya que el beneficio de contar con ellos no soluciona un problema de falta de capital sino que tiene un impacto en la viabilidad a largo de la empresa. Es muy recomendable para sectores tecnológicos y con componentes complejos.
Y, por último, quedaría opciones que aunque no cubran la totalidad de las necesidades de financiación que la empresa haya identificado si que participar y ganar un concurso para startups o ideas emprendedoras, presentarse a subvenciones y programas especializados en dar crédito a las empresas de nuevas creación (subvenciones de Diputación, Gobierno Vasco, créditos ICO, etc) o aprovechar las Incubadoras y aceleradoras de startups (entornos propicios para acompañar a las empresas de nueva creación en sus primeras etapas con espacios físicos, estructura y apoyo para emprendedores) pueden dar un empujón a vuestros proyectos e incluso cubrir en ocasiones un importante porcentaje de vuestras necesidades iniciales de capital.
Ahora bien, una vez que conocemos las diferentes opciones o alternativas a la financiación tradicional, ¿Cómo nos presentamos ante esos inversores?
Y cuando se está listo para comenzar a hablar con los inversores, una de las partes más difíciles pueden ser eso: hablar con los inversores.
La mayoría de los inversores de capital riesgo e inversores ángel reciben decenas de propuestas y no tienen ni el tiempo ni el capital para invertir en todas ellas. Y para un emprendedor, eso implica por tanto, tener que identificar y hablar con decenas de personas que podrían estar interesados en su empresa.
La buena noticia es que, como hemos mencionado, ahora hay más opciones que nunca para encontrar inversores y para llegar a ellos. Aquí os dejo unos trucos y una vía de la que escribió Sarah Granger, emprendedora americana, Angel List. Aunque algunas startups vascas ya lo conocen (en Bilbao hay 22 empresas registradas, y 4 en Vitoria) creo que con un total de 26 frente a las casi 700 que hay solamente en la ciudad de Barcelona por ejemplo, considero que son una plataforma y unos tips a tener en cuenta para conseguir reuniones con las personas adecuadas. Por lo tanto, echadle un vistazo a esa web y similares, y a ver si con estos pequeños consejos lográis dar pasos adelante:
1. Construid un perfil en Angel List o páginas similares
Angel List es una gran manera de aprender acerca de los inversores además de dejar que ellos aprenden acerca de vosotros. Crear un informe sobre vuestro perfil, incluyendo la empresa, productos y miembros del equipo, etc. hace que sea fácil para las personas que están interesadas en vuestro tipo de empresa, sector o producto/servicio, que os encuentren.
Compartid vuestro perfil con amigos, conocidos y profesionales y solicitad referencias. Cuando la gente sigue tu compañía, se mostrará a otras personas que conocen (y es de esperar que eso despierte su interés).
2. Cread una lista estratégica de inversores con los que os gustaría contactar o reuniros
En la web de Angel List podéis encontrar personas que hayan invertido en empresas de vuestro sector o tipo de tecnología pero que no estén en competencia directa con vosotros.
3. Aprovechad vuestros contactos, network
Debido a que los inversores reciben tantos proyectos, a menudo favorecen altamente empresas propuestas por un contacto común. Así que una vez que tengáis una lista de inversores con los que os gustaría reuniros con ver si tenéis conocidos comunes. No es más que lo que ya estamos acostumbrados a hacer con otras redes sociales como LinkedIn.
Pero antes de pedir a los contactos una introducción o recomendación, reuníos con ellos para mostradles el valor de vuestra empresa o idea. Vuestro contacto debe sentir que está haciéndoos un favor no solo a vosotros sino también al inversor al que va a presentar vuestro proyecto.
Y, por último, no dejéis de buscar, de ser parte de incubadoras, de atender eventos de networking, de presentaros a concursos, de escribir blogs o opinar sobre vuestro expertise, de contactar a vuestros conocidos vuestro proyecto con entusiasmo y de rodearos de profesionales en todas aquellas áreas que vosotros no dominéis, y ante todo, no os desaniméis por los “No-s” que vais recibiendo, los recordareis con satisfacción el día que os del el esperado “Si”.
Idoia Iturbe
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